martes, 28 de agosto de 2007

"Guts of a virgin / Entrails of a Virgin / Shojo no harawata" (1986)

Verdadero epígrafe de "sexplotation" nipona, "Guts of a virgin" es considerada una verdadera pieza de culto entre los aficionados al género "pink-eiga", una subvertiente autóctona del "soft-core" mostrenco muy popular el el país del sol naciente. Se trataban en gran medida de titulos mediocres sobre samurais y "yakuzas" que camuflaban el uso indiscriminado de la violencia gráfica mediante el uso de un erotismo bastante zafio, gratuito y sonrojante. De este modo, quienes los perpetraban pretendían burlar a la censura y (como quien no quiere la cosa) asegurarse unos ingresos extras en taquilla. Pero al final, como suele ser habitual en esta clase de cintas, los desnudos y las escenas subiditas de tono siguen una imparable progresión aritmética a medida que avanza el metraje, dejando apenas hueco a unas cuantas dosis de "gore" carpetovetónico para darle algo más de aliño rancio al potaje. O sea, que es algo así como el precedente de "hentais" de corte fanta-terrorífico como, por ejemplo, la saga de "Urutsukidoji" (1989).

La película de Kazuo "Gaira" Komizu es un título emblemático al respecto, hasta el punto de haber servido como punto de partida a toda una trilogía. Con el paso de los años la pieza de toque de la saga ha perdido algo de impacto con respecto a sus secuelas, en parte por el desaliño visual (ojito a los desvaríos "experimentales") y los risibles efectos sanguinolentos propios de los primeros años ochenta. Sin embargo, su condición de pionera y su absoluta desfachatez han contribuído a convertir sus defectos -que son muchos- en verdaderas virtudes bizarras. Me explico...

El argumento es tan escueto como explícito a la hora de evidenciar las nulas pretensiones artísticas de esta clase de sub-productos: un fotógrafo de moda proxeneta, su equipo y tres aspirantes a modelos publicitarias se pierden en la niebla y van a parar a una casa abandonada, donde un ser monstruoso (¡un tipejo cubierto de barro!) se las ingeniará para ir matando a los hombres uno por uno y, de paso, violar a las mujeres... para matarlas también después. No hay mucho más, directo y al grano; lo demás son pajas. Y diálogos tan procaces y políticamente incorrectos como estos:

"-¿Recuerda a la chica que mandamos a Los Ángeles el año pasado? Después de su última audición estaba tan agradecida que me chupó el ano."
"-¿Qué es una mujer independiente, pequeña zorra?"

"-Soy como Drácula. También a él le gustaba el néctar de las jovencitas."


Por lo demás la cinta es pródiga en proezas sexuales de bastante mal gusto, que acaban por resultar especialmente risibles, en parte debido a la obligatoria censura genital impuesta por los códigos nipones. Eso sí, en cuanto las vísceras hacen acto de presencia el espectáculo adquiere unos tintes inintencionadamente paródicos, consiguiendo elevar el conjunto a una especie de "grand guiñol" grotesco y salvaje, bastante disfrutable para aquellos que (como el que suscribe) se jacten de tener el estómago blindado y la mente lo suficientemente calenturienta.

Se me antoja una empresa demasiado árdua llevar a cabo una lista pormenorizada de las barrabasadas que acontecen a lo largo de poco los escasos setenta minutos de metraje. ¡Y es que a pesar de su breve duración, aquí cabe de todo! En materia estrictamente sexual, el espectador menos escrupulosos podrá deleitarse con la exhibición de toda clase de fluidos vaginales, una demostración de "lucha libre" misógina, varios cunnilinguis acrobáticos, sádicas violaciones, desvirgues traumáticos, fetichismo fotográfico, ninfomanía psicótica, masturbaciones necrófilas... y eyaculaciones gargantuescas. En comparación, el terreno de la casquería resulta menos variada y hasta poco sofisticada: un martillazo con extracción del globo ocular, un par de decapitaciones, un jabalinazo, un gancho de carnicero y una evisceración por vía vaginal.

El resultado es sexualmente agresivo y misóginamente recalcitrante, llegando a resultar más aberrantes los abusos sexuales de los que son objetos las tres jovencitas que los tremendistas asesinatos, lo que bien visto no deja de tener su gracia. Hay a quien le gusta definir la película como un cruce bastardo entre "El imperio de los sentidos" (1976) y "Posesión Infernal" (1981), aunque muestre más afinidad con un "porno" blando travestido de "slasher" chusco.

Como ya mencionaba más arriba, el film dio pie a una rentable franquicia. El propio Komizu reincidiría en las inefables "Guts of a Beauty / Entrails of a Beautiful / Bijo No Harawata" (1986) y "Guts of a virgin III / Rusted Body / Female Inquisitor / Gômon Kifujin" (1987) que añadirían algo más de desparpajo, destape y destripe a la serie... además de inflar convenientemente el saldo de su cuenta corriente.

Para terminar, un apunte curioso. En 1991 "Guts of a virgin" fue el título elegido por el mismísimo John Zorn para bautizar el brutal debut de su combo de "avant-jazz hardcore", Painkiller, en el que militaba junto a Bill Laswell y Mick Harris.

Descarga directa de "Guts of a virgin" VOSE por cortesía de Rubén Moragues / PR3D1C4D0R.

Podéis visitar su recomendabilísimo "blog" aquí.

lunes, 27 de agosto de 2007

"¡Maldito bastardo! (La película)"


No se me ocurre una manera mejor de inaugurar este "blog" que haciéndome eco de la feliz noticia que acabo de recibir vía SMS por parte de mi compañero y amigo Javi Camino. Parece ser que la Xunta de Galicia, en un gesto magnánimo y progresista sin precedentes, ha concedido una jugosa subvención a "¡Maldito bastardo!", nuestro primer largometraje en video. Gracias a esta inesperada ayuda económica del gobierno gallego podremos "kinescopar" la cinta a 36mm, lo que facilitaría su proyección en las secciones oficiales de varios festivales especializados y, más a largo plazo, su posible exibición en salas cinematográficas.

El orígen de "¡Maldito bastardo!" se encuentra en "La consulta del Dr. Natalio", un cortometraje en video con el que conseguimos hacernos un hueco en varios festivales, entre ellos el Festival Internacional de Cine Fantástico de Sitges y el "Horror Fiesta" Film Festival de Varsovia.


En vista del éxito obtenido, me convencieron para escribir el guión de una secuela titulada "El tónico del Dr. Natalio". En cuanto nos pusimos a barruntar la historia, las posibilidades argumentales del proyecto nos parecieron suficientes para embarcarnos en la producción de un largometraje. La verdad, no sé en qué estaríamos pensando...

Pero el caso es que en un par de meses teníamos a punto la primera versión del guión que acabaría degenerando en esa locura que a día de hoy conocemos como "¡Maldito bastardo!". Con el paso del tiempo las exigencias presupuestarias y las inclemencias del rodaje obligaron al equipo a improvisar secuencias sobre la marcha para solventar errores de "raccord", eliminar personajes o crear nuevas tramas para cubrir los agujeros del metraje. O sea, que podría decirse que lo que finalmente ha quedado reflejado en la pantalla es el fruto de un esfuerzo colectivo por intentar sobreponernos a los imprevistos o, como dice el propio Javi, a las necesidades de la propia película, que parecía empeñada en "retroalimentarse" a sí misma.

"¡Maldito bastardo!" es el resultado de más de dos años de trabajo en el que tanto Javi como Álvaro Novo (actor, productor y verdadera "alma mater" del proyecto) han conseguido sacar adelante la descabellada idea de rodar un largo con nuestros propios medios; es decir, entre amigos y con una cámara de video digital. Por si esto fuera poco, la cinta está plagada de efectos especiales caseros, secuencias de acción delirante, humor surrealista y costumbrismo gallego... lo que no hizo sino contribuir a que el alumbramiento de nuestra "ópera prima" fuese todavía más complicado y agotador.

De no ser por la colaboración desinteresada de amigos, familiares y allegados (bien fuese echando una mano con la dirección artística, los Fx de maquillaje o ejerciendo de actores secundarios y figurantes), nada de esto habría sido posible. Por suerte, desde el principio contamos con la inestimable presencia y apoyo de nuestro querido Juanillo Esteban, encarnando de nuevo la histriónica personalidad del Dr. Natalio. Más tarde llegarían Carmela López y Tamar Novas (Premio Goya al Actor Revelación por "Mar adentro"), quienes aportarían su particular granito de arena al desaguisado. Pero la verdadera heroína de la función no es otra que Pilar Miguélez, la madre de Javi, un verdadero encanto de mujer y un gran descubrimiento como actríz.

Llegados a este punto, tan sólo me queda emplazaros al futuro estreno de "¡Maldito bastardo!", con la convicción de que nunca antes habréis presenciado semejante cúmulo de despropósitos surrealistas, imágenes epatantes e imaginería paracientífica. Y todo ello como tiene que ser: "feito na casa".

Trailer "¡Maldito Bastardo!"